Cada vez que nadamos o pasamos mucho tiempo en el agua vemos cómo nuestros dedos se arrugan, pero alguna vez te has preguntado:
¿Por qué ocurre esto?
Muchos nadadores creen que esto ocurre debido a la deshidratación, pero esto no es verdad, dicho fenómeno ocurre por otra razón.
A grandes rasgos lo que ocurre es que la queratina, una proteína que se produce en la epidermis (la capa más externa de la piel), y que evita que absorbamos humedad, suciedad y bacterias no puede proteger a nuestra piel durante una prolongada exposición al agua. Esta falta de protección de la queratina, junto con la presión osmótica, provoca que las células de la piel absorban el agua de la alberca. Al hacerlo dichas células se hinchan, agrandan y arrugan; lo cual da como resultado los famosos dedos arrugados.
Afortunadamente dicho fenómeno no dura por mucho tiempo pues, a los pocos minutos, el agua que absorbe nuestra piel se evapora una vez que dejamos de estar en contacto con el agua y las células de la piel regresan a su tamaño normal.
Como puedes ver nuestro cuerpo nunca deja de sorprendemos, por eso es importante reconocer todo lo que hace por nosotros. Incluso los dedos arrugados que a veces pueden ser molestos.